El Mundo – El primer megayate español invade el mediterráneo

NOTICIASPublished agosto 19, 2006 at 13:32 01Sat, 19 Aug 2006 13:32:01 +000001. No Comments

CentiumALBERTO MAS. Con sus 40 metros de eslora es el yate más grande que jamás se ha diseñado y construido en nuestro país. Oassive da el salto al mercado más lujoso de la náutica con una embarcación cuyo futuro está ligado a la Copa América.

Algo está cambiando en los astilleros españoles. En medio de la crisis que azota al sector naval, algunas empresas están remontando el vuelo dando un contundente salto cualitativo. La nueva fórmula consta de pasar de construir pequeñas embarcaciones pesqueras a yates de lujo destinados a un mercado tan grande como elitista. Y la máxima expresión de este cambio se denomina Centium, el primer megayate diseñado y construido íntegramente en España.

Se trata de un crucero oceánico de 40 metros de eslora que se dio a conocer en Vigo el pasado mes de junio y que en breve pondrá rumbo al Mediterráneo para cumplir con su primera misión: acoger con un servicio exclusivo a los visitantes de la Copa América más acaudalados. Y es que este tipo de ‘charters’ para millonarios se está afianzando a pasos agigantados en los últimos tiempos. Ya no hace falta desembolsar auténticas fortunas para comprar un superyate del que sólo se puede disfrutar unas semanas al año. Hoy en día se pueden adquirir los servicios de empresas que ofrecen el alquiler de embarcaciones de ensueño que atracan allá donde el cliente desee y con una exigente tripulación a bordo.

Para ‘pulir’ la primera joya española, el grupo M.Cíes, a través de la marca Oassive, se encomendó a Íñigo Echenique. El laureado diseñador gallego fue el encargado de dar forma al superyate ibérico. Delicadas líneas curvas toman todo el protagonismo en el exterior, dotando a la embarcación de una apariencia diáfana, sin agresividad. El color blanco del casco y la madera que cubre las cubiertas, así como el ‘jacuzzi’ y el ‘solarium’ no hacen más que enfatizar la filosofía del Centium.

Aunque por su fisonomía la última creación de M.Cíes podría situarse lejos de los barcos más impactantes del mundo, lo cierto es que tan sólo hace falta indagar un poco en su biografía para desechar dicha afirmación. Dos datos esgrimen el potencial del Centium: las 200.000 horas de trabajo que hicieron falta para hacer realidad lo que Echenique plasmó en los planos y los 12 millones de euros de coste del nuevo símbolo de la flota española.

Una armadura transoceánica

Ante todo, el Centium es sinónimo de seguridad y lujo. El hecho de utilizar el acero como material del casco, en detrimento del aluminio, hace del yate un crucero capacitado para las duras travesías transoceánicas. De cerca, la coraza recuerda al fuselaje de los aviones. No en vano, el astillero tardó más de seis meses en completar el proceso de pintura al utilizar materiales habitualmente destinados a la construcción de aeroplanos.

El privilegiado pasajero que se encuentre a bordo del Centium, si tiene experiencia en megayates, pronto ‘escuchará’ otra de sus principales características. Oassive puso mucho empeño en mejorar la ausencia de ruido que producen los motores durante la navegación. En contra de lo que sucede en la mayoría de yates similares a los de la embarcación gallega, las principales estancias apenas sufren el rugido de los motores (niveles inferiores a los 40 decibelios).

Llama también la atención el plano artístico del interior del megayate. Los ebanistas náuticos del proyecto escogieron una exclusiva teca de Birmania para elaborar el mobiliario. La decoración no parece responder a una corriente estética concreta y la elegancia y los elementos ostentosos son los únicos criterios utilizados en unos camarotes que destacan por ser espaciosos, luminosos y elegantes. Prueba de ello son los 60 metros cuadrados de la habitación reservada para el armador.

Precisamente, el armador del Centium es omnipresente. A través de un ordenador personal puede controlar todo lo que ocurre en el yate aunque se encuentre en las antípodas: en qué posición está el barco, si hay fallos en la navegación, quién se encuentra a bordo… Una vez que llega al puerto, el armador recibe un mando a distancia que sirve para tener el control de la pasarela de embarque.

Existe un ‘cerebro’ en el yate que cumplirá todas las órdenes del armador. Abrir y cerrar las compuertas; escoger la música que sonará en las diferentes estancias, encender la televisión, climatización, etc.

Pero la tecnología del mayor barco de recreo gestado en España ante todo está al servicio del esparcimiento de sus ocupantes. En su estómago, el Centium guarda botes y motos acuáticas y sólo hace falta accionar un mecanismo para que las grúas depositen en el agua estos artilugios automáticamente. Si lo que los invitados desean es zambullirse en las templadas aguas del Mediterráneo cuando el sol desaparece, este megayate posee un sistema acuático de iluminación submarina.

Para que los pasajeros del superyate cien por cien español reciban el servicio más exquisito, a bordo hay una tripulación compuesta por el capitán, el jefe de máquinas, un cocinero, dos encargados de la marinería, el equipo de lavandería, servicio de limpieza y una persona para atender las peticiones del armador.

El Centium ha supuesto un punto de inflexión para Oassive, un astillero que ganó prestigio con la construcción de barcos científicos, cuyas pretensiones son continuar con la creación de superyates. De hecho, la empresa tiene varios proyectos en cartera: dos yates de 36 metros, un velero de 35 y otro megayate de 43. Arranca una nueva era para los astilleros españoles, una etapa para encontrar un hueco en el mercado más prestigioso de la náutica de recreo.

La última obra del polifacético Echenique

El diseño del Centium ha sido la última creación de Íñigo Echenique, uno de los nombres con más peso en el sector de la náutica española. El gallego afincado en Madrid ha sido durante las últimas décadas proyectista de buques, barcos clásicos y unidades de competición, así como jefe de diseño del primer desafío español en la Copa América (Quinto Centenario). Su trayectoria en la competición de vela más prestigiosa también ha estado en el Programa de Predicción de Velocidad para embarcaciones Cup Class, que desarrolló junto a Clay Oliver. Además de plasmar sus diseños en los planos, el ingeniero naval ha realizado varios proyectos de investigación. Quizá uno de sus estudios más conocidos y el que más ha llamado la atención fue la publicación ‘Hidrodinámica aplicada de las aletas de los delfines del género Tursiops Truncatus’, con la que trató de buscar diseños navales a raíz de la fisonomía de los delfines que habitan en el Mediterráneo. Echenique ha publicado más de 40 artículos técnicos y el libro ‘Madeira de Mar, apuntes sobre la gamela’. Con ocho años comenzó a navegar y desde 1981 es patrón de yate. Ha participado en regatas de la talla de la Channel Race o el GP Atlántico.

Fuente: http://www.elmundo.es/suplementos/nautica/2006/24/1155938414.html

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